08 de Enero de 2006

Tomás López Rubio, su último vuelo…

Tomas, un personaje dificil de olvidar… con solo dos años de vuelo ya estaba a la altura de los mejores … cada vez que lo recuerdo me saca una sonrisa… MS… Vicente Stagnetto escribió esta reflexión sobre el tema … …. Yo no soy de escribir en la lista (creo que es la primera vez que lo hago), no entro en polémicas con nadie, no me meto en las discusiones por accidentes, en las discusiones por teoría y, en realidad me limito a divertirme con las bromas y aprender con las explicaciones de pilotos experimentados siempre desde mi pasiva posición de espectador. (Continúa..)

Pero esta vez, lo sucedido me tocó mas de lo que yo me hubiera imaginado y decidí escribir algunas palabras (en realidad creo que son mucho mas que “algunas”).

      El domingo 08/01/06 será recordado como un día negro para el parapente tucumano (en realidad, de toda la Argentina, Chile y del mundo del parapente en gral.). Se murió, volando en una competencia, el profesor Tomás López Rubio.
Tomás había hecho el curso de iniciación al vuelo en parapente en la misma época que yo, realizando su vuelo bautismo aprox. 10 días después que yo (los primeros días de septiembre de 2003). Era un tipo totalmente apasionado por lo que hacía, en todos los ámbitos, pero el parapente había despertado en él una pasión inusual, nunca vista a ningún otro piloto por lo menos en Tucumán, pero por los comentarios de gente de todo el mundo durante las competencias, era inusual incluso en el ámbito internacional. Era profesor de educación física, prof. de aikido y además se había desenvuelto en muchas otras disciplinas (rugby entre otras) siempre relacionadas con el deporte, y por lo comentado con colegas suyos era un apasionado en cada una ellas. Cuando cumplió su primer año en el parapente mandó un mail a la lista con su bitácora de vuelo hasta ese entonces, y entre otras cosas asombrosas, se destacaban mas de 380 vuelos !!. Si tomamos en cuenta que no todos los días del año son volables, esto habla de más de un vuelo por día (hasta 4 en algunas ocasiones) e ilustra perfectamente la pasión de la que estoy hablando. Pero no se limitaba a la práctica exhaustiva y entrenamiento responsable (al extremo), también, y confirmado luego por colegas de la facultad, se “comía los libros”. Según los citados colegas, ya durante su época de estudiante e incluso ahora en ocasión de rendir para acceder a un cargo docente y también durante su desempeño como tal era capaz de desafiar a cualquier profesor y alumno en cuanto tema de teoría del deporte se tocara, y en la mayoría de los casos ilustrarlo además con la práctica.
Un tipo especial por donde se lo mire. Verdaderamente especial. Su forma de ser despertaba en cada uno de los que lo conocían opiniones encontradas, pero fuera cual fuera la opinión, él nunca pasaba desapercibido, siempre había una opinión sobre él, y yo intuyo que, en parte, esa era su intención. Era el que estaba ahí paradito en Loma Bola en cada día de vuelo que hubiera, desde el más lindo al más feo (muy feo en algunas ocasiones), y por eso su ausencia se va a hacer más notoria aún. Y con su personalidad (las cosas buenas y malas que todos tenemos) siempre se hacía notar… con alguna discusión acalorada (casi siempre con su amigo Poli, tan calentón como él) o con alguna payasada para provocar una sonrisa en los estaban ahí o con algún tema nuevo para el debate, pero nunca desapercibido.
Creo que su forma de volar, o mejor dicho, su progresión en el vuelo (para algunos exageradamente acelerada), podrá ser cuestionada por muchos, pero, y a esto ya lo comentaron pilotos mas experimentados que yo, lo que le sucedió en esta ocasión no fue fruto de la ignorancia e inconciencia de los primeros vuelos. Era un piloto relativamente nuevo pero con mucha experiencia (mas horas de vuelos que muuuchos  pilotos de Loma bola).

Hace más de dos años el parapente entró en su vida, y entró con tal fuerza que logró, en gran medida, absorberlo del resto de sus actividades. Pero su clara vocación por el deporte y la docencia no le permitieron alejarse del todo de esos ámbitos y en su afán por poder combinarlos, ya había creado en la facultad un taller de parapente para los alumnos de su cátedra, con lo cual podría articular su trabajo como docente, su actividad como deportista y su querido parapente. Yo no sé en que grado afectará su pérdida a todos estos alumnos dispuestos a realizar dicho taller, ni como afectará a la opinión pública en gral. (seguramente no será positivamente), pero a todos los parapentistas, ya lo dijo un compañero desde Santa Fe, el profesor López Rubio  nos ha dejado una última enseñanza y está en cada uno descubrir responsablemente que parte de ésta nos toca.
El consuelo fácil de decir que se fue por imprudente o, lo que algunos llamaron irónicamente, “crónica de una muerte anunciada”, no es mas que eso… consuelo fácil, y yo creo que ninguno de los que vuela en parapente es tan necio (o al menos eso espero). A cualquiera le puede pasar. No creo que haya ningún piloto que no haya pasado alguna vez en su vida por una situación clara de riesgo, y el accidente no tiene porque venir después de una suma de estas situaciones. Puede perfectamente venir en la primera y también puede no venir nunca. En eso tiene mucho que ver la suerte, o, para algunos el destino. El hecho es que si seguimos volando será, tal vez, porque todavía no llegó nuestra hora. Vayamos un poco más allá y tratemos de que haya servido para algo.
Se ha ido una persona extremadamente especial y ya sea que se haya ido por su propia imprudencia, por su desmedido orgullo, por negligencia, por mala suerte (también ocurre a veces), por la suma de todos estos factores, o porque, tal vez, simplemente le llegó su hora, yo creo que no nos podemos permitir perder una persona como Tomás sin que su partida nos deje nada. Para algunos será simplemente un momento de reflexión, para otros será un replanteo total en su forma de vuelo (y de hacer las cosas), y para otros, tal vez, un punto en el medio entre estas dos posiciones, pero insisto en que si Dios se llevó a una persona así es porque algo nos quiso decir y no deberíamos ser tan sordos, ni tan ciegos.
Realmente se te va a extrañar, Loma Bola te va a extrañar,  yo te voy a extrañar… MUCHO. Y donde estés, yo sé que no te vas a poder alejar del parapente, siempre vas a andar rondando por ahí, y va a ser muy bueno saber que estás… “ahí”. Un abrazo

ESTO  ESCRIBIÒ UN AMIGO QUE SE CONMOVIÓ CON LO SUCEDIDO………..

POEMA

TE FUISTE A VOLAR, VOLANDO.

Me dijeron que te fuiste…
Me dijeron que te fuiste,
Y yo me puse a pensar…
Y Sabes que?
Yo no les creo
Porque vos sos mi Papá.

Te fuiste a Volar, volando.
no me quisiste llevar
Y acá me quedé llorando,
Porque yo quiero papá,
Volar donde estas volando.

Ya seeee, ya se… no me digas
Cuando sea mas viejito
Podré volar como vos,
Y llorarán mis hijitos,
Como yo te lloro a vos.

Nos quedamos acá abajo,
Pensando donde andarás,
Los chicos dicen las Yungas,
Yo digo que mas alla.

Vos siempre me repetías:
¡Nunca te voy a dejar¡
Y te creo hasta la luna¡
Siempre decís la verdad.

Y si no viniste anoche,
Y mañana no vendrás,
Es porque estas allá arriba,
Volando con tu mamá,
La Linda Virgen María,
Que nunca permitirá,
Que vos nos dejes solitos,
Si no que siempre estarán,
Los tres para protegernos,
La Virgen, Vos y Mamá.

Facundo Arias

 

 

 

Autor: M M